Nuestro último destino en Camboya sería Siem Reap. Esta ciudad existe básicamente para que haya lugar donde alojarse para ir a conocer Angkor Wat. Llegamos de madrugada en uno de los buses más lujosos en los que hemos viajado. Tenía hasta enchufe para cargar el celular, WI-FI y una cómoda cama. Con matu dormimos tan bien que no nos avivamos cuando llegamos. Yo me despierto de repente a las 7 de la mañana, viendo el bus casi vacío, y no estaba ni Esti. Cuando quiero ver dónde estamos y por qué «la parada», veo que viene Esti de abajo al grito de Dale que ya llegamos!
Tuktuk mediante, llegamos al Garden Village, hostel recomendado por nuestros nuevos amigos Sergi y Tomasin, donde las habitaciones son barata, hay una pileta espectacular y una mini cancha de fútbol en arena, donde además por cada gol hecho te regalan una cerveza. Nuestros planes en esta ciudad eran simplemente conocer el famoso complejo Angkor Wat y si había tiempo ir al circo. Esti no se sentía muy bien así que dijimos que el primer día íbamos a descansar. Teníamos 4 días y para Angkor Wat íbamos a destinar solo uno.
Después de una siesta hermosa en nuestra calurosa habitación de solo 4usd con un ventilador con conexión directa al infierno con Matu nos fuimos a averiguar por las entradas del circo. Ya nos habían hablado muy bien nuestros amigos catalanes, que habían asistido al de Battambang y les había encantado.
La historia de este circo (http://pharecircus.org) es interesante, y comienza hace 20 años cuando 9 chicos y su profesor vuelven a la ciudad luego de la caída del regimen Khmer en Camboya. Crean la asociación «Phare Ponleu Selpak» (El brillo de las artes) que fomenta el desarrollo comunitario a través del soporte cultural brindado a niños, jóvenes y sus familias. Algunos de los egresados de esta escuela han participado incluso en Cirque Du Soleil.
Hay funciones casi todos los días y siempre se agotan rápido las entradas: Claro, está más que nada orientado a turistas, aunque se puede ver algún que otro camboyano por ahí en las gradas. Aunque a mí no me gustó tanto la obra en sí, los músicos me encantaron. Cada sonido está perfectamente pensado y muy bien puesto en donde debe ir. Y todo en vivo, obvio. Ojo, no quiero criticar la obra porque tampoco considero que tenga tanto conocimiento, capaz también fue un mal día de los actores, solo a mi no me gustó. Igualmente considero interesante ir, si es que se está por la ciudad.
Nuestro segundo y último día en Siem Reap los pasamos básicamente en la pileta haciendo absolutamente nada. Hubo una combinación de cerveza barata (algunas gratis), pileta, gente buena onda, fútbol y dormir así que nos dimos el lujo de descansar.
Entonces nos preparamos para ir a conocer por fin Angkor Wat en el tercer día, aprovechando que Esti ya se sentía mejor. Se suponía que nos tenían que pasar a buscar bien temprano de madrugada, para poder ir a ver el amanecer. El tipo venía con su tuktuk y todos los chiches: frutas, agua, etc.. todo por 7 usd cada uno y nos cubría todo el día de recorrer el complejo. Habíamos decidido, por un tema de presupuesto ir únicamente un día, ya que sale 20usd. Pero justo 10 min antes del horario me llama porque se le había roto el tuktuk y nos iba a pasar a buscar un amigo de él, todo improvisado y no tenía absolutamente nada de nada. Claro que no nos quedaba otra, y obviamente nos bajaría el precio así que de todas maneras fuimos.
El complejo de templos Angkor Wat está considerado como el monumento religioso más grande del mundo. Es de aproximadamente el Siglo 12, osea que tiene casi mil años, y comprende varios templos-capital, entre ellos los más importantes: Angkor Wat, Ta Prohm y Bayón. El primero es el templo principal y termina dando nombre a todo el complejo. Como cada uno de estos templos constituía también una capital en sí, de acuerdo al rey que lo construyó, también albergaba mucha gente y en este se cree que vivían alrededor de un millón de personas. Ta Prohm es muy famoso porque cuando encontraron todo este complejo, la mayoría de los templos estaban conquistados por la naturaleza, con árboles pasando entre medio de las piedras y destruyendo toda la construcción humana. Pero cuando hicieron las restauraciones, dejaron a este como ejemplo del paso del tiempo. Ah, también es famoso porque salió en la película Tomb Raider. El último de los 3 más famosos, tiene muchas torres con caras en sus lados, con unos detalles increíbles y es muy llamativo.
Nosotros desde el amanecer nos dedicamos casi a caminar por todos lados, aunque por supuesto el tuktuk nos iba acercando en las distancias más largas. Fuimos por otros templos también cercanos al Bayón, donde hay un jardín muy grande, también con muchísimos detalles de animales y humanos, todo super cuidado. Hay que tener en cuenta que todo este complejo es Patriminio de la Humanidad.
Llegada la hora del almuerzo, no sabíamos que hacer porque habíamos llevado dos paquetes chicos de galletitas para los 3, y el tipo nos terminó llevando a unos puestos de comida dentro del complejo, y sabíamos que la comida estaba 3 veces el precio normal. Matu entró al grito de «Discount! Discount!» (descuento, en inglés) y nos paró una señora dueña de un puesto y nos dijo medio en secreto: Yo les cobro la mitad de precio cualquier plato, pero ustedes no digan nada. Terminamos pagando 3,5 usd el plato de comida, cuando unos chicos que habíamos conocido un rato antes nos comentan, está caro eh? Pagamos 7 usd cada plato. Estaba la señora presente, así que no pudimos decir nada, pero por lo menos no nos salió tan mal.
Ya a la 1 de la tarde no queríamos saber nada con seguir caminando, estábamos arriba desde las 5am o un poco antes creo y veníamos de unos días de descansar bastante bien así que estábamos muy cansados y teníamos que esperar aun casi 4 horas para subir a una montaña a ver el atardecer. Por lo que nos había pasado con el tuktuk pudimos negociarle al tipo que nos lleve a nuestro hotel y después volver. Dormimos una hermosa siesta de hora y media, volvimos a arrancar y tuvimos que hacer una fila impresionante para poder subir.
Claro que llegamos a subir justo a las 18hs y vimos el puntito rojo del Sol irse, hasta el día siguiente, pero acá es donde vale todo el viaje: Como caraduras saludamos a 3 monjes que estaban arriba de la montaña con nosotros y nos devolvieron el saludo y nos hicieron el gesto de que estaban predispuestos a hablar así que no perdimos oportunidad. Nos presentamos todos, nos preguntaron de dónde éramos, a qué nos dedicábamos, qué hacíamos ahí en Camboya, etc. Nosotros con mucho respeto les preguntamos todo lo que se nos ocurría acerca de su religión y de ellos, su inglés era limitado pero estaba bien y nos entendíamos, aunque eran tímidos estaban igual de contentos en hablar con nosotros y por eso eran muy abiertos. De reojo vimos que toda la gente se nos ponía alrededor y nos sacaba fotos en vez de acercarse y aprovechar la charla, no se si por miedo o qué. Y nosotros nos mirábamos con unas caras de no entender qué estaba pasando y tratar de aprovecharlo al máximo, aprender lo que pudiéramos de estos chicos de 18, 20 y 23 años. La pregunta llegó y su respuesta fue aun más dura: ¿Qué te llevó a hacerte monje? – «Yo quería estudiar Inglés, para poder hablar con gente de otros lugares, y mi familia es tan pobre que nunca hubiera podido acceder a educación, entonces tuve que hacerme monje y me dan la educación gratis».
Nosotros nos teníamos que ir y ellos también, todo terminó entre bendiciones para todos nuestros caminos y nos volvimos al hostel.
Nuestro último día terminó con una cena en Hard Rock Café de Siem Reap para despedir oficialmente, ya que aunque pasaríamos un día y medio más juntos sería en completo movimiento.
[…] que salimos de Siem Reap, Camboya hasta que se fue Esti pasaron casi dos días. Primero llegamos a Kuala Lumpur, en Malasia, para […]