Hanoi – Conociendo VietNam

El mundo en paz

Después de las casi 27 horas en bus desde Luang Prabang, los trámites migratorios en las dos fronteras, ver pasar hasta vacas por la autopista llegamos en la noche del 17 de Enero a Hanoi. Para los que no saben a esta altura, cuando llegamos a Laos conocimos 3 chicas de Chile y seguimos viajando con ellas hasta Camboya, así que van a estar incluídas en los posts. No teníamos hostel aunque las chicas tenían visto algunos, así que apenas nos dejaron en el centro turístico empezamos a buscar. Mientras llegábamos a la ciudad nos sorprendió lo moderna e iluminada, las casas de marcas y shoppings con vidrieras gigantes de Luis Vuitton, sinceramente no lo esperábamos. Saquen sus propias conclusiones sobre quién ganó la guerra realmente.

Vietnamitas en Hanoi
Vietnamitas en Hanoi

Era todo un tema tener todo el equipaje y cansancio encima, sumado al tráfico insoportable con sus infinitas motos y a que todos los hostels que estábamos viendo estaban llenos. Se imaginarán que nuestras caras no eran las mejores.

Era Domingo a la noche y las calles estaban repletas de gente. Nos alejamos un poco del centro y casi de casualidad encontramos un hostel nuevo que estaba bastante bueno aunque caro, 8 dólares la noche en una habitación compartida de 6 camas. Ya era tarde y queríamos descansar, veníamos caminando mucho con las mochilas así que decidimos estar una noche y al otro día levantarnos temprano a buscar.

La mañana siguiente no empezó del todo bien: El desayuno no incluía la bebida, es decir que si querías tomar un café o un té lo debías pagar aparte y eran 2 dólares más. Unos chorros. Después de desayunar, encontramos un hostel a mitad de precio y nos cambiamos inmediatamente, en 2 habitaciones privadas triples. Nos fuimos a recorrer un poco la ciudad, la idea era ir hasta la prisión Hoa Lo, que es un símbolo muy importante en el país.

Así tenían a los muchachos
Así tenían a los muchachos
Uniforme y paracaídas
Uniforme y paracaídas

La historia cuenta que esta prisión la construyeron los franceses en el siglo XIX para mantener a los revolucionarios comunistas de Vietnam, donde se los torturaba. Estos, en vez de desmoronarse convirtieron internamente la cárcel en una escuela para propagar el argumento revolucionario. Muchos lograron escapar y volver a la organización del partido para liberar el país de los imperialistas. Después de la liberación de Vietnam del norte, se usó temporariamente para apresar a los que quebrantaban las leyes. Durante la guerra, entre 1964 y 1973 los que estaban aquí dentro eran los pilotos norteamericanos cuyos aviones eran derribados o capturados por los vietnamitas. Desde 1993 se considera una «reliquia revolucionaria» de Hanoi y está reconvertida en un museo.

 

Por este agujero escapaban
Por este agujero escapaban

Aquí no solo se muestran los pabellones y esculturas de cómo vivían y eran tratados los prisioneros, sino también distintas informaciones sobre la guerra. Hay muchísima información sobre los pilotos norteamericanos (en sí los últimos que estuvieron presos aquí y parte de la historia más moderna del país). Obviamente en textos, imágenes y videos se muestra lo bien que eran tratados estos prisioneros de guerra.

Después de comer volvimos por el lago Hoan Kiem y encontramos una plaza que de noche se llena de gente realizando distintas actividades como patín, bailar y clases de taekwondo.

A la noche fue el momento peluquería donde nuestra amiga Carlita le arregló el desastre que le había dejado Sofi a Matute y también me cortó el pelo. Muy profesional, la recomiendo!

 

Esti se estaba sintiendo mal, así que se quedó en la cama mientras con Matu fuimos a comer. No las incluyo a las chicas porque estaban perdidas comprando ropa. La idea de Matu era comer algo tranqui pero encontramos un lugar que vendía pizza 2×1 así que entramos y resultó ser una gran pizza como hacía mucho no comíamos. Le guardamos unas porciones a Esti y volvimos a la habitación a descansar.

Al otro día, nos levantamos más temprano y ya sin Esti que seguía enfermo nos fuimos a conocer el Mausoleo de Ho Chi Minh. Este lugar es imponente ya desde afuera, la seguridad es increíble y se trata con mucho respeto. La fila para entrar siempre es larga aunque continua, y al principio también hay que pasar los bolsos si uno lleva por un scanner como si fuera a viajar en avión. Por supuesto que dentro del mausoleo está totalmente prohibido sacar fotos, hablar y estar de brazos cruzados. Constantemente hay 4 militares custodiando el cuerpo embalsamado del gran líder comunista de Vietnam. El amor que le tienen al «Tío Ho» también se puede ver en los billetes del país, en los posters que están por todos lados y en la cantidad de chucherías que venden con su cara.

Después del mausoleo hay dos opciones: Entrar al museo o entrar a los alrededores del palacio presidencial utilizado por Ho Chi Minh en su época. Ambas entradas cuestan dos dólares. El más cercano es el palacio, un edificio gigante color naranja que además de sus jardines alberga dos casas y el estacionamiento de los distintos automóviles (donados por la Unión Soviética).

También en sus plazas
También en sus plazas

Las chicas no querían entrar al museo así que nos volvimos. Ellas iban a comprarse ropa -otra vez y así durante los 4 días que estuvimos- y nosotros queríamos ir a la terminal de buses para averiguar sobre los pasajes a Cat Ba, un pueblo en una isla en la que haríamos base para conocer Halong Bay. Desgraciadamente nos tuvimos que rendir a las barreras del lenguaje, porque no nos querían llevar ni los taxis!!! No lo podíamos creer, incluso les mostrábamos el mapa y nos decían que no nos entendían y se iban. Muy poca predisposición a ayudar. Terminamos volviendo Matu y yo caminando, pasando por locales de ropa muy barata y un local de instrumentos donde pude probar el Dan Bau.

Cuando llegó la noche nos fuimos a pasear al lago que estaba iluminado muy lindo, ya con Esti sintiéndose un poco mejor. Nos sacamos fotos por todos lados y nos quedamos sentados en la plaza Ly Thaito (homenaje a un antiguo emperador) observando las actividades realizadas por la gente. Fue muy lindo volver a ver una plaza como un centro social igual que en Argentina, aunque faltaba el fútbol, claro.

Nos quedamos un día más en Hanoi, y fuimos Matu, Esti y yo nuevamente al mausoleo y esta vez recorrimos entero el museo, aprendiendo mucho sobre el partido comunista vietnamita, que en esos días iniciaría el Congreso Nacional XII para tratar el plan de gobierno 2016-2021 (en vietnamita se dice DAI HOI). Hay un lugar donde muestran los países que Ho Chi Minh visitó y entre estos se encuentra Argentina, en 1912.

El líder es tan importante, por ser el impulsor de la ideología y de los lineamientos para construir el país, incluso en el día a día. La visita al museo me parece obligatoria, no podría escribir todo lo que hay en un post pero son interesantes los avances.

En su testamento, dejó escrita una frase:
«Mi último deseo es que el partido entero y nuestra gente junten sus fuerzas y construyan una Vietnam pacífica, reunificada, independiente, democrática y próspera, y hacer un valioso aporte a la revolución del mundo.»

Tío Ho / Uncle Ho! en el Museo de Hanoi
Tío Ho / Uncle Ho! en el Museo de Hanoi

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