Otro día libre y nos vamos a Coromandel, en especial a la playa conocida como Cathedral Cove con Romi, Esteban y Tato. Esto queda a aprox. 160km de donde estamos viviendo en Mount Maunganui y por los caminos de montaña encima se hace en 2 horas y media. Algunas personas no entendían cómo es que nos íbamos hasta allá solamente a pasar el día, y eso que también eran argentinos! Parece que algunos ya se van desacostumbrando a las largas distancias.
Este lugar se hizo mundialmente conocido por la aparición en una de las películas de Las crónicas de Narnia además de su belleza natural. Se llama así por el hueco gigante que hay y que da paso a otra playa cuando la marea está baja. Cuando la marea está alta no se puede pasar caminando, solo nadando pero hay que sortear las olas grandecitas que se asoman y golpean con todo contra la montaña. Queríamos pisar el otro lado de la playa y no sabíamos cuándo iba a bajar la marea, ni siquiera si iba a bajar así que nos tiramos al agua y lo más rápido que pudimos llegamos al otro lado. Acá es cuando nos lamentamos de no tener una GoPro o algo por el estilo que filme bajo el agua. EL problema vino cuando queríamos volver y teníamos que meternos más para adentro con las olas de frente, por suerte los 3 admitimos tener miedo y con tripa y corazón nos mandamos al mar nadando con todo y esquivando las olas para llegar. Romi que no se había animado a meterse y nos cuidó las cosas, ni se había dado cuenta de nuestro periplo de media hora que duró una eternidad, y nosotros estábamos muertos físicamente.
A partir de ahí se convirtió en un día típico de playa, metiéndonos al agua, tocando la guitarra hasta que aparecieron dos amigos que Esteban conoció en su llegada a Nueva Zelanda, venía con ellos también un kiwi* que levantaron por la ruta que estaba viajando y y aprovechando la temporada de los kiwis en la misma zona que nosotros. El día se pasó rápido hablando entre todos en inglés para no dejar a Brandon fuera de la conversación, lo cual por momentos fue bastante gracioso.
El camino para llegar a esta playa es de aprox unos 40 minutos desde el último punto donde se puede dejar el auto. La vista que hay durante todo el trayecto es alucinante, creo que tenemos más fotos de este camino que del día de playa en sí. Lo importante es el camino, no? Al tener una guitarra y 3 guitarristas íbamos rotando cantando una o dos canciones cada uno y el resto seguía la canción. Por suerte no estaba mi mamá, que una vez amenazó con llamar a la policía si me seguía escuchar cantando!
Lo loco de esto, y es para destacar totalmente, nos cruzamos todo tipo de personas en este camino, niños, jóvenes, adultos, abuelos, de nacionalidades distintas y absolutamente TODOS nos sonrieron, o nos gritaban Hey! Nice! Cheers! (como les gusta decir acá a todo), una mujer hasta se animó a pedirnos una canción, que por supuesto ni siquiera conocíamos y una pareja directamente se paró y nos agradecían.
Cuando ya arrancamos para irnos, nos acordamos que había otras playas por ahí y dijimos de ir a ver que onda. La que elegimos fue Stingray Bay, que para nuestra sorpresa y suerte estaba completamente desolada. Bajamos por las escaleras completamente inundadas y embarradas -lo que seguro desalentó a la gente para ir-, y corrimos toda la playa en su extensión. De repente nos recorrió una sensación de paz y libertad, no se nos podía borrar la sonrisa de la cara.
Después, ya arriba de la montaña casi llegando al estacionamiento, nos quedamos sentados un rato ya arriba de la montaña mirando hacia el mar, tocando la guitarra y comiendo las feijoas que Brandon nos compartió. Habremos estado una hora así casi sin hablar, disfrutando el paisaje. También la gente pasaba y seguía sonriéndonos, y saludando.
Cuando empezó a oscurecer nos fuimos, y si algo me quedó de todo el viaje amigos conductores, es Revisen el aceite del auto!!! Casi fundimos el motor porque no teníamos absolutamente nada de aceite, por suerte había comprado un bidón unos días antes y no tuvimos ningún problema.
*kiwi se le dice a todo acá: La fruta, un ave, a las personas, a la moneda de acá se la conoce como dólar kiwi, etc..
Qué bueno que gustaron cantando, muy emocionante!! Los felicito. Y que bien que pudieron volver nadando.
Papa dice que hagas revisar el coche porque debe perder aceite por algun lado. El nuevo que pusiste deberia durar un año como el nuestro.
Que buena excursion!
Son más tiernos!
tus padres son muy tiernos, creo que voy aprovechar tu estadía en Nueva Zelanda para ser adoptada por ellos unos días… todos los días entro a leerte así no te siento tan lejos, te extraño, te quiero y te agradezco la vida entera por hacerme feliz y quererme así, amigo, abrazo de distancia.