Waitomo Glowworm Caves

Aranui Cave

Buenas! Hoy toca contar una de las partes más divertidas de lo que tiene el viaje por ahora.

En la casa donde estamos viviendo, también hay un chico de Tucumán (provincia Argentina) y una chica de Mercedes (Uruguay) que no vive en el «departamento» con nosotros sino en otro armado arriba con los dueños de casa. La temporada de kiwis arranca por lo general fines de Marzo-principios de Abril, pero se atrasó, así que en estos días están habiendo bastantes day-off para los chicos. El primero que hubo en común, el 5 de Abril, decidimos ir junto con Tato y Romina a las Waitomo Glowworm Caves. Como la mayoría de las «excursiones» que van a venir, el único chofer soy yo. Para llegar a la costa Oeste de la isla norte (unos 160km aproximadamente) tardamos unas 2 horas, el camino es TODO de montañas como estamos viendo en todos lados, con vistas impresionantes constantemente.

Después de un viaje en el que nos olvidamos el Mate, llegamos al centro donde se sacaban los tickets para las distintas cuevas. En este parque gigante se encuentran alrededor de 300 cuevas, pero solo se pueden visitar 3. Como decidimos ir en el momento, solo conseguimos acceso a dos, la Waitomo Glowworm Cave que da el nombre al complejo y Aranui Cave, sin embargo la empresa más grande que se encarga de vender el acceso a estas cuevas -y obviamente es la primera que uno se cruza al llegar a la zona- también vende paquetes de aventura en las distintas cuevas. El que contratamos nosotros, incluía el acceso por un lugar no convencional hacia la entrañas de la Ruakuri Cave, así que de esa manera completamos las 3.

Waitomo Glowworm Cave: 

Esta cueva es la más famosa del complejo por sus «gusanos luminosos», fue descubierta allá por 1887 y desde entonces está abierta al público. Los guías y demás empleados que trabajan en estas cuevas son descendientes de su descubridor Tane Tinorau. Es gracioso ver cómo son todos parecidos y se la pasan haciendo bromas entre ellos tooodo el día. El humor de estos tipos es muy bueno y contagia, y ver cómo respetan sus lugares, también. Cuando llegamos a lo que sería la Catedral (nombre dado por lo general al punto más alto de una cueva) obligan a los turistas a cantar para sentir las cualidades acústicas (y la justificación del nombre), aunque por la timidez todos se quedan callados (excepto los chinos, cuyo grupo es íntegramente conformado por ellos mismos), y el guía canta una canción Maorí que ufff. Después viene la parte por la que todo turista va hacia estas cuevas: Los glowworms (gusanos luminosos) o Arachnocampa luminosa. Es muy loco estar en una cueva a varios metros de profunidad en la que mirás para arriba y ves el cielo lleno de estrellas! Estos gusanos únicos en el mundo que solo se encuentran en Nueva Zelanda, son en realidad capullos que contienen dentro las orugas que se convertirán en mariposas. Su vida no es tan feliz, ya que estas mariposas nacen sin aparato digestivo por lo que mueren de inanición a los 2 o 3 días. Sin embargo transmiten luz. Mucha. Nos contaron también, que se reproducen muy rápido, ya que durante las últimas inundaciones se murieron la mayoría pero a las 48hs ya estaban en su población normal otra vez. Obviamente están prohibidas las fotos por lo que no tengo ninguna de ahí.

Aranui Cave

Aranui Cave
Aranui Cave

Esta cueva, a diferencia de la anterior y de Ruakuri, es la única formada por un terremoto. Sin embargo, ya desde la entrada se pueden observar estalagtitas y estalagmitas gigantes. Si piensan que crecen pocos centímetros cada tantos años (no me acuerdo cuál era el número exacto), las que vimos tenían varios siglos encima. Está todo ahí, al toque de la mano, aunque todo el mundo respeta la indicación de fotos sí, tocar no. Les pido perdón por mi nula capacidad fotográfica.

 

 

Black Labyrinth

Romi tenía ganas de hacer rafting y estaba segura de que esto era rafting por más que le decíamos que no. Era mucho más divertido! Nos metíamos con una especie de gomón individual por una entrada bastante polémica de la Ruakuri Cave con trajes de neoprene bastante usados (y mojados) para aguantar las frías temperaturas del agua. La idea era ir caminando por el interior de la cueva por un camino diferente a la de los turistas normales y tirarnos por las cascaditas en el agua con los gomones. Así estuvimos largo rato, tirándonos, caminando, cagados de risa por los indios que tenían miedo de tirarse (y Romi también, fue la única que no se tiró ¬¬), creo que los que mejor la pasamos fuimos Tato y yo. Llega el momento del último salto y después de él nos ponen a todos en fila y literalmente atados por los pies (no se que se imaginan, si estábamos sentados en los gomones apoyando los pies a los costados del que teníamos adelante) y nos fueron conduciendo por una parte angosta que tenía el techo cubierto por Glowworms. Una vista increíble!

En un momento la guía dice que cantemos algo, el grupo eran 8 indios, Romi, Tato y yo, y mientras los indios debatían que cantar entre ellos, empecé a cantar el clásico «Vamos La Renga, con huevo vaya al frente…» en el que Tato muerto de risa se prendió y calló (por fin) a nuestros compañeros indios.

Después fuimos liberados para seguir camino hasta la salida de la cueva y luego a comer unos bagels con manteca y sopa de tomate caliente.

La excursión terminó con la guía empujando a los indios ya que no sabían como moverse si estaban sentados en un gomón además de no quererse mojar las manos por el agua fría (¿?) y nosotros haciendo carreras a ver quién llegaba primero, tirándonos agua, pateándonos, chocando los casos y la guía ofreciéndonos trabajo en el lugar por la buena onda.

Por acá ya anda empezando el frío, y me quedó el post bastante largo, así que voy a hacer una excepción y en el medio de la semana saldrá el especial de La Comarca.

 

*Las fotos de Waitomo Glowworm Cave fueron sacadas de Internet, específicamente la página www.waitomo.com que es la que vende el tour.

Una respuesta a “Waitomo Glowworm Caves”

  1. […] que les va a interesar porque va a tratar de dos excursiones que hicimos el Domingo y Lunes, las Waitomo Glowworm Caves y Hobbiton. Para nosotros, fueron lo […]

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