Tokio, Japón – La capital del Sol naciente

Templo Meiji Jingu
Qué comemos?
Qué comemos?

Llegamos a Tokio, Japón, la noche del Domingo 3 de Agosto de 2014. El motivo era ver a Lanús jugar la Copa Suruga Bank contra el Kashiwa Reysol. Grarcias a esto fuimos a la tierra del Sol naciente para conocer un poco de su cultura y su historia. Los personajes de esta historia somos 4: Matu, Tomi, Nano y yo. Como era tarde, al llegar dejamos las cosas en el hotel, en el barrio Ueno y nos fuimos a buscar un lugar para comer. El único que encontramos abierto tenía un menú obviamente todo en Japonés y con imágenes. Ya la primer barrera del idioma nos empezaba a costar, aunque lo tomábamos con humor (tanto nosotros como el mozo). Después de esto volvimos al hotel y a dormir temprano.

Templo Senso-ji, emblema de Tokio
Templo Senso-ji, emblema de Tokio

Estábamos en el mes más caluroso del año en esta zona del mundo, así que amanece temprano y el día termina muy tarde. Nos compramos algo para desayunar en el camino y fuimos directo al templo Senso-ji, uno de los más emblemáticos de Tokio. Parecía que no había una sola nube en el barrio Asakusa. Nosotros en bermudas y remeras granates, sin entender mucho y la gente sin entendernos mucho a nosotros tampoco. La realidad es que estábamos en nuestra salsa. Recorrimos todo el templo y seguimos caminando. También pasamos cerca de la Sky Tree que es la torre más alta de Tokio. Luego veríamos que al menos en las ciudades que estuvimos tienen todas su torre alta, cuyo objetivo es ser nada más que la torre más alta y mirador. Todas iguales.

Tampoco intentamos evitar las tiendas de comics: paraísos donde vendían todo tipo de objetos relacionados con los dibujos animados que veíamos desde chicos. Oliver Atom, te amamamos.

Después de comer intentamos ir a los jardines del Palacio Imperial y estaba cerrado. También el emblemático templo Meiji Jingu. La noche terminó yendo a la Tokyo Tower, que es una especie de imitación de la Torre Eiffel. Estábamos muy cansados ya que habíamos caminado demasiado durante el día. También disfrutamos del metro japonés, que funciona con una precisión increíble y si se atrasa 1 minuto por alguna razón en particular te piden disculpas. Es un poco caro para nosotros, sí, pero funciona tan bien y tan a nuestro servicio que no nos importa. Terminamos este día cenando y tomando fernet en el hotel, jugando con las batas que teníamos en el pasillo. Parecía un viaje de egresados jaja.

Tokio tower. Se parece a...
Tokio tower. Se parece a…

Ya en nuestro segundo día en Japón, bien al otro lado del mundo, asumimos que dormir iba a ser una tarea muy difícil. También había poco tiempo y yo quería aprovecharlo al máximo. Nuestros desayunos iban a ser golosinas y jugo en un clásico 7Eleven. Hoy sí, el turno era de los jardines y el templo Meiji Jingu.

Si uno piensa en Japón casi tal cual como en la película «El último Samurai» no se va muy lejos de la realidad. Hoy, sí, es super moderno y es un lugar donde el transporte no es un problema como en otros países del mundo. Sin embargo se pueden encontrar lugares verdes en el medio del infierno de cemento. Uno de ellos son los jardines imperiales abiertos al público.

Lo recorrimos muy tranquilos sabiendo del día que teníamos por delante. En un momento nos paramos en un lugar que nos gustó mucho y decidimos sacar una foto a la bandera que teníamos para el partido, y le pedimos a una persona que pasaba por ahí. Casi al instante llega un patrullero lleno de policías que esperan a que terminen de sacarnos la foto y recién ahí nos dicen que estaba prohibido. Por supuesto no nos pidieron que borremos la foto ni nada por el estilo. Reflejo de la cultura japonesa.

Templo Meiji Jingu

Fuimos en subte hacia el santuario Meiji, en el barrio de Shibuya, Tokio. En japonés Meiji Jingu, dedicado al Emperador Meiji y su esposa Shōken. Este señor fue muy importante para el país ya que logró constituir a Japón como una nación moderna a principios del siglo 20 durante un período conocido como «La restauración Meiji» (un nombre bastante pensado).

En la entrada al templo, con amigos
En la entrada al templo, con amigos

Una vez llegados y luego de las fotos en la entrada, parece que se entra a una selva -hay muchísimos árboles de distintas especies- y en los costados está lleno de barrilles de sake donados por distintas familias a lo largo de Japón. Después de un camino de algunas cuadras, se llega al templo. Se destaca por lo espacioso y lo grande. Allí, también aprendimos y realizamos el ritual de limpieza de manos y boca, necesarios para poder rezar. El verde alrededor. Hay dos árboles con copas gigantes a los costados de la entrada al templo. Del costado derecho, se pueden dejar mensajes y deseos, siempre acompañados de una donación.

Ahí también aprendimos, que los dioses no hablan todos los idiomas. Y que está bien que cada uno tenga el propio.

Templo Meiji Jingu
Templo Meiji Jingu

2 respuestas a “Tokio, Japón – La capital del Sol naciente”

  1. […] que nuestro principal objetivo de este viaje era ver a Lanús en Japón, seguimos recorriendo Tokio. Después del templo Meiji almorzamos, y luego queríamos conocer un poco de playa japonesa aunque […]

  2. […] fue la residencia del emperador y familia hasta 1868, cuando la capital y el Emperador se mudaron a Tokyo. Hasta hace un tiempo la entrada era con reserva anticipada y había que hacer algunos trámites. […]

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