Navidad en Koh Phi Phi

Koh Phi Phi

El 23 de Diciembre a las 18hs comenzia el viaje hacia Koh Phi Phi donde íbamos a pasar navidad. Teníamos 12 horas de bus y 2 más en barco. El viaje fue tranquilo desde Bangkok hasta Surat Thani y la única crítica es que el chofer nunca, NUNCA apagó la luz. De todos los que estábamos ahí solo 7 personas nos dirigíamos a esta isla, el resto iban para Koh Phangan, Koh Samui o Koh Tao. En vez de dejarnos en el puerto nos dejaron en una agencia de viajes en Krabi. Acá ya olimos algo mal y lo confirmamos cuando nos tuvieron media hora sentados sin informarnos nada, para decirnos finalmente que «habíamos perdido el barco y que si queríamos salir en una hora teníamos que pagar 100 bath más, y si no queríamos pagar, podíamos esperar 4 horas hasta que salga el otro barco de la misma compañía». Eso significaba llegar ya de noche a Koh Phi Phi y perdernos todo el 24 así que pagamos sabiendo lo que nos estaban haciendo y esperamos llegar. La bronca era imposible disimular pero tampoco podíamos hacer mucho. Ni siquiera sabíamos donde estábamos ni a dónde teníamos que ir, ya que supuestamente habíamos contratado el paquete entero.

Atardecer en Long Beach
Atardecer en Long Beach

Al fin llegamos y empezaba la negociación por conseguir alojamiento. Tardamos en caer en la fecha que estábamos y en que iba a ser imposible conseguir algo barato habiendo arribado a la isla un 24 de Diciembre en la tarde. Nos resignamos a estar 5 días pagando fortuna, aunque sí era bastante menos que en Myanmar. Arreglamos con un hotel por una habitación triple con ventilador (que tiraba aire caliente), creemos que localizada a la vuelta del mismísimo infierno por el calor que hacía, unos 8 dólares cada uno los primeros dos días, y los otros 3 días 7 dólares cada uno dando un total de 5 días y el siguiente destino sería la Full Moon Party de año nuevo en Koh Phangan.

Salimos a caminar y nos encontramos con una pareja amiga de Esti, Pini que es de Yerbabuena, Tucumán y Fede que es de Colonia , Uruguay. También sabíamos que en la isla estaba Eze, el chico que me había reemplazado en la casa del Monte en Nueva Zelanda cuando me fui en Mayo y que habíamos pegado buena onda. Nos encontramos los 6 para cenar unas pizzas y compartir la navidad. Los chicos, nuevos para mí, resultaron ser muy buena onda y terminamos compartiendo los siguientes 10 días hasta que nos fuimos de la zona sur de Tailandia.

Poder
Poder

Lo más gracioso de la cena fue cuando pedimos un plato de rabas para picar y trajeron, esto es literal y no exagero, una copa de helado con lechuga, zanahoria y 6 rabas. Eramos 6 personas. Más miseria que en Esperando la carroza. Las pizzas no estuvieron mal, y las cervezas estuvieron calientes. De ahí encaramos a la playa que es donde estaba la fiesta. La pasamos increíblemente bien, íbamos caminando por los distintos boliches y había shows de fuego, nos íbamos perdiendo y encontrando entre nosotros todo el tiempo, y teníamos algo que nadie más en toda la isla: Fernet. Al ser poseedores de la bebida espirituosa más codiciada por los argentinos, los gritos al pasar era «Naaa mira lo que tienen, los odio!» por decirlo suavemente. A algunos que eran buena onda les convidamos, pero lo disfrutamos más que nada entre nosotros 6 hasta que dimos paso a más cervezas, y al Ron… La noche terminó igual que terminan todos los días con la salida del Sol y yo despertándome para saludar a mi familia que estaban por brindar en Argentina a las 9 de la mañana porque ya lo había arreglado con mi primo y él iba a ser el encargado de logística e infraestructura de ese lado del mundo. Después sí, dormir hasta la tarde.

Con papá y mamá a la distancia
Con papá y mamá a la distancia (el del celular soy yo)

Creo que nos despertamos sin ganas de vivir, fuimos a almorzar algo liviano y nos tiramos en la playa cercana al puerto toda la tarde hasta que se fue el Sol y volvimos a la habitación para bañarnos y juntarnos de vuelta con los chicos para organizar el tour por unas islas y playas, luego comer y salir. Esta noche fue bastante más tranquila que la anterior, había menos gente y menos actividad en general.

Acá estuvimos tirados todo el día
Acá estuvimos tirados todo el día

Como éramos 6 vimos la opción de alquilar un barco privado que nos llevara a donde nosotros queríamos específicamente y nos salía lo mismo que alquilar un tour que tiene ya todo predeterminado y cronometrado. Así que decidimos que íbamos a conocer Maya Beach, Monkey Beach, Bamboo Island y Mosquito Island. Nos encontrábamos a las 8 de la mañana en el puerto con nuestro capitán y ya habiendo comprado provisiones subimos todos al barco. Justo este día había muchísimo viento por lo que el mar no estaba tan tranquilo, pero por suerte había Sol.

Apenas llegamos a Maya Beach nos encantó el lugar aunque hay que admitir que si no fuera por haber sido escena de una película no sería tan famosa, y además de esto los tailandeses se aprovechan y cobran una entrada, que al menos en época de navidad era de 400 bath! Y también incluía la entrada a Bamboo Island, por lo que después de discutir entre nosotros a ver qué hacíamos decidimos pagarlo. Nos quedamos unas dos horas en el agua turquesa, transparente y tibia. Tampoco podíamos estar todo el día porque queríamos ir a otros lugares.

El segundo turno fue el de Monkey Beach, donde parece que el capitán ya no tenía tantas ganas de dejarnos en la playa así que nos tiró al agua con las máscaras y los snorkel y nos dijo que mientras hacíamos snorkel nademos hasta allá para ver a los monitos. Esta parte la verdad que no me gustó nada. La única razón por la que esta playa es famosa es por los monitos que andan por ahí y al haber turistas constantemente que les dan de comer y beber (por más carteles que lo prohiban) solo se la pasan trepándose a las personas, robando las bolsas de papas fritas y demás. A veces cuando un turista se acerca mucho con una cámara muy grande, los monos pueden enojarse y patotearlo también. No es porque no me gustan los monos, es solo que tampoco me sentiría cómodo que vengan miles de personas a mi casa para sacarse fotos conmigo.

El viento estaba un poco complicado así que el muchacho nos anunció que no íbamos a tener tanto tiempo para ir a Mosquito, y nos dio la opción de estar un rato ahí y otro en Bamboo pero preferimos dedicarle más tiempo a Bamboo que según comentarios de amigas de Pini era la mejor. Y no se equivocaban. Que playa por favor. También tuvimos que ir nadando pero lo hicimos con ganas, en una distracción del falso chofer casi nos damos vuelta y no íbamos a tener forma de volver. Nos quedamos en el agua literalmente hasta que se hizo la hora de volver.

Estos 5 días pasaron como este, en el agua, solo este día fue la única excursión que hicimos. En el medio Eze ya se había ido a Koh Phangan, quedamos los 5 hasta el 29 yendo todos los días a Long Beach que estaba a media hora caminando de donde estábamos nosotros. También hubo lugar para unos partidos de truco argentino donde Matu y yo ganamos. Puro relax después de la joda de navidad y ahora nos tocaba ir a una isla del otro lado, para recibir el año nuevo.

2 respuestas a “Navidad en Koh Phi Phi”

  1. […] el gusto a antenitas. Caminar por la calle principal de noche es un placer. Veníamos de la zona sur de Tailandia donde todo era super caro y no se podía caminar y esto si bien estaba lleno de turistas daba […]

  2. […] primer día llegamos ya de noche los 5: Esti, Matu, Fede, Pini y yo. No me acuerdo qué hora era pero se que era tarde y nos acomodamos en la habitación, cenamos y […]

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